El papel de M.T

Es algo inevitable. Qué increible. Puede conmigo. Mientras ella lucha para irse, se vuelve y vuelve a mirarle... Anoche, tumbada, tirada en el sofá, "descansando", bañando su aire y el fuego que le envuelve con lágrimas... Lágrimas, una y otra vez. Estalla el llanto muy sutilmente, sujetándose, ladeada, sujeta con su brazo, moldeando su cabeza y mojado de tristeza.

La agonía dulce, así lo llama ella.

Tan tierna parece cuando llora en silencio, ausentándose de lo que su propio hogar le rodea... De objetos insignificantes, de seres estáticos. Como la que fue su compañera una vez le dijo un día... Ahí estaba y sentía como una y otra vez el amor mutaba y giraba sobre sí mismo... Pero anoche sólo recordaba y el miedo, el rencor, el orgullo, el temor, la distancia, el odio, luchaban con el llanto perseguido.

El conjunto se volvió en uno, se volvió en la noche sólo, solo, solamente amor... Se volvió amor, amor.
Forma parte de su vida. Buena actuación pequeña, pero sé más fuerte para la próxima.